Es una verdad irrefutable de la vida que los estados etílicos son procesos festivos saludables. O solían serlo, hasta la existencia del Kalimotxo. Mi amiga Julieta y yo incursionamos en las realidades españolas del heavy cada fin de semana, engullendo el delicioso brebaje dionisíaco de Termidor + Coca Cola. Ergo, a veces te pasa lo que a mí: te ponés un soberano pedo con alguna bebida medianamente etílica y te sentís el rey del mundo. Algo así como Jack montado en el Titanic. Pero mis exiguos años de experiencia práctica, cuantificable en resacas, asevera que la verdad de la milanesa (si éstas guardaran secretos) es simple: EL TITANIC SIEMPRE SE HUNDE. Sencillo, claro y conciso. No hay manera de escapar a tu destino, tanto como no hay manera de rehuir a la monstruosa hangover que sobrevendrá un par de horas después de la euforia. Es como un negro en una película de terror: sabés que muere primero. Leyes de la colorísticas de la cida. Infinitas circunstancias me han llevado a bautizar esta circunstancia como Efecto Titanic, tras meses y meses de reconstrucción de eventos que nadie sabe demasiado bien cómo sucedieron o por qué sucedieron.
Pero el caso es que suceden. Léase: te ponés a bailar sobre una mesa y no te importa que el viejo verde que está sentado EN LA MESA, o en una silla en las proximidades, te saque fotos del orto, total, mañana no lo recordarás. Tampoco recordarás al viejo verde como El Sr. Viejo Verde, sino que en tu memoria quedará guradado como un excéntrico Viggo Mortensen que se desvivía por tus pantaletas. Y te cagás de risa.
Ahora bien, quizá lo más importante para que el efecto Titanic se observe en plenitud es la existencia de determinada característica esquizofrénica que se explaya en aquello que he denominado “La Cosa”. La Cosa merecerá, más adelante, un capítulo aparte, porque es un familiar elemental en mi pedo. Es como esa tía solterona que todos saben que están loca y que tiene un sentido del vestir perverso y ninfómano.
Teniendo a La Cosa adentro, indefectiblemente, mañana, mientras te sacás las legañas de los ojos y te preguntás por qué MIERDA duelen tanto determinadas partes de tu anatomía, vas a encontrar al lado de tu cama el tester de alcoholemia que te hizo tu viejo anoche cuando llegaste. Triste. Más triste todavía que NO LO RECUERDES.
Pues, sabiendo que dentro de ti habita La Cosa, te empezás a preocupar. No esa preocupación cuando escuchás que Ricky Martin alquiló un vientre y de que un millón de bastardos saldrán de ese maldito hombre y su livin' la vida loca. Cagamos. No no no, ya quisieras. Es el tipo de preocupación que surge cuando te enterás de que tu novio va al Golden para “experimientos sociológicos” que seguramente incluyen Luminlargos…
Entrás a mandar mensajito tras mensajito, un medio relativamente barato (igual, Personal me corta los víveres de una manera soberana) y menos explicativo y más una mierda, porque mis amigos tienen una ortografía de simio... El caso es hacés un IMPORTANTE esfuerzo por recordar a quién viste anoche...
Revisás la agenda: Adrián, Adriana, Agus, Ai, Alan, Alex, Analie, Andana, Andrenelli, Andrés, Angelé, Antro, Astor, Bachi, Belén Bonanoh, Bruce, Bubu, Carillo, Chizz, Chow, Chris (Quién mierda es Chris? No conozco a ningún Chris!!), Chulo, Daddy, Daniel, Dieffo, Diego GP, El dragón bondadoso (O.O CARAJO) Emi, Estanislao, Eugenia, Eugenia II, Eugenia La Posta, Ferchota, Ferretería, Fer, Flor, Fran, Gabito, Gali, Gaga, Gastón, JEfe, Jess, Ju, Juan, Juan Pantalones de Cuero (A LA RE PUTA!), Juan Coria, Juan O., Juan Violín (Se dan cuenta de que Juan es un nombre popular?), Kikí ,Lil, Loic (?),etcétera etcétera etcétera. Entro a mandar mensajito a lo loco, como si fuera Christian Castro lanzándome en un container lleno de chotas erectas.
40 mensajes, 35 pesos de crédito al caño y cero dudas existenciales respuestas después, La Cosa y yo mantenemos una charla, cuando menos, anecdótica:
LA COSA: Tú sabessss que tu quieresssss que te cuente
COCO: Salí de acá, pedazo de hija de puta enferma, siempre terminamos en quilombos por TU culpa. Sos más quilombo que andar por Villa Soldati a las tres de la mañana y encontrar a la muerte en la cara de un Flechabus.
LA COSA: Claaarrrrro que nooooo
LA COCA SARLI: QUE PRETENDE UD DE MI???
LA COSA: TU VIRGINIDAD ANAAAAAL
COCO (cual Luke Skywalker): NOOOOOOOOOOOOOOO!
(Coco intenta ahorcarse a sí misma con el cable del teléfono)
A lo cual surge lo siguiente:
MENSAJE ENVIADO POR COCO: BOLUDO, no intentó propasarse con vos, no???
MENSAJE RESPONDIDO POR XXXX: Quién, boluda???
MENSAJE ENVIADO POR COCO: LA COSA (música de El Exorcista)
MENSAJE RESPONDIDO POR XXXX: Me manoteaste el bulto.
MENSAJE ENVIADO POR LA COSA: Cierto, y la tenías chica.
NO HACE FALTA ACLARAR QUE EL TITANIC ESTÁ MUERTO, SEPULTADO Y CULEADO POR UNA BALLENA Y A 29038402734 METROS BAJO LA SUPERFICIE.
El caso es que hoy, después de mucho mucho mucho tiempo de enviar mensajes de esa naturaleza, EL BALANCE KÁRMICO ESTÁ A MI FAVOR Y ALÁ ESCUCHÓ MIS PLEGARIAS. Sí, después de mucho tiempo gastando crédito y decir chanchadas en alemán, la Soldado Raso Coqui Siliconas HA ENCONTRADO LA LUZ.
J.O. ENVÍA (textual):Che, coquis, me sarpe con vos el viernes? No se porque me agarri un pedal interesante
Alegría pura: piqué papel de diario y de los libros viejos de psicología que pude tirar a la mierda y me hice una fiesta a mi misma mientras danzaba al ritmo de La Conga de la Poronga tirándome confeti.Muy realizador. Mi objetivo está COMPLETO. Me siento como cuando pasás ese nivel IMPOSIBLE del Mario y salís a bailar agitando una sopapa por encima de tu cabeza.
Ahora bien... Se sabe que hasta dentro de tres días no le contesto.